Andrés Barrio, Miguel Bermejo, Eberhard Grosske y Juan Peña, compañeros de EnComún, han presentado este documento al Consejo Político Federal de IU del 16 de noviembre. Aunque no les haya sido posible tenerlo con la antelación suficiente para someterlo a debate en este blog y, posteriormente, presentarlo como una aportación colectiva de nuestra corriente, procedemos a su publicación con la idea de recibir vuestras opiniones y comentarios que, sin duda, serán muy valiosos de cara al debate del próximo CPF
UN NUEVO IMPULSO PARA IZQUIERDA UNIDA
IU tiene que jugar un papel decisivo en la ola de cambio que está en marcha en nuestro país. Y este papel no pasa ni por migrar a otros espacios ni por hacer dejación de nuestros valores.
La profunda crisis política que atravesamos tiene raíces más profundas que la corrupción o el anquilosamiento de nuestro sistema institucional. Tiene más que ver con que la acción redistributiva del Estado, que nunca llegó a ser del Bienestar, ha retrocedido drásticamente en un lapso breve de tiempo. Se pone por ello la lupa sobre aquellas instituciones en las que se había delegado todo y se toma conciencia de que forman parte de un robo generalizado que erosiona las condiciones de vida de la gran mayoría. Durante años, el crédito barato y los ciclos expansivos de la economía permitían que la precariedad, ya de varias generaciones, fuera más llevadera, pero la crisis económica se ha llevado por delante millones de proyectos de vida y ha desencadenado una enorme frustración colectiva que se vive como un engaño. Hay, por tanto, una explicación socioeconómica, una lectura de clase de la crisis, que permite entender que es la propia naturaleza del capitalismo la que está detrás de esa intuitiva respuesta contra todas las instituciones sociales, económicas, políticas, etc.
En política, sin embargo, un análisis acertado está lejos de ser suficiente. Las pasadas elecciones europeas han puesto de relieve las limitaciones de IU para transformar el descontento social en apoyo político a nuestro proyecto y los meses transcurridos desde entonces no han hecho sino afianzar esta constatación. Sin embargo, IU no puede resignarse a jugar un papel secundario en el devenir de los acontecimientos porque nuestra política es un elemento imprescindible para el cambio. Dicho de otra manera: IU tiene que reaccionar sabiendo que ya no tiene margen para el error, ni para la pereza, ni para el temor, ni para confiar en el fracaso de otros ni para esperar a que, tarde o temprano, la historia nos dará la razón.
IU ha de salir hacia delante, en tromba y sin vacilaciones a hacer cosas como la que aquí se proponen y lo que hemos acordado mil veces hacer en tres ámbitos fundamentales e interrelacionados: la relación con la sociedad, la convergencia social y política y el funcionamiento interno… pero en los que, desgraciadamente, sólo hemos avanzado de manera muy parcial.
I.- La relación con la ciudadanía
Como antes decíamos, el desprestigio de la política está muy relacionado con la corrupción y con el sufrimiento social que ha provocado la gestión de la crisis económica por parte de los dos partidos mayoritarios. El sistema no ha sido capaz de mantener los derechos sociales y el bienestar económico en unos mínimos razonables y se han empezado a romper consenso sociales y culturales mantenidos durante largo tiempo. Sin embargo, no podemos perder de vista que el desprestigio de la política - la idea de que "todos los partidos son iguales" y de que "van a la suyo" - es anterior a la crisis y está asociado a otros factores:
a) La percepción de que las cuestiones que ocupan la agenda político-institucional están en demasiadas ocasiones muy alejadas de los problemas que más preocupan a la ciudadanía
b) La percepción de que los partidos ("los políticos") dedican más tiempo a sus problemas internos y a disputar espacios con los demás que a buscar soluciones a los problemas de la ciudadanía.
c) La percepción de que los partidos prometen muchas cosas durante la campaña electoral pero que después no las hacen o hacen cosas muy distintas o incluso contrarias. Casi todos decimos que el programa que presentamos es como un contrato con los electores, pero hemos de reconocer que, si así fuera, la mayoría de programas serían contratos llenos de cláusulas abusivas y que provocan indefensión en la parte "votante"
Esta pluralidad de factores exige respuestas en tres ámbitos:
1.- La democracia participativa como propuesta y como eje de la construcción de un proceso constituyente alternativo al modelo neoliberal
2.- Marcar la diferencia desde IU con un discurso político dirigido hacia fuera y hacia la mayoría, aparecer como una fuerza política absolutamente centrada en los problemas de la ciudadanía, y por tanto, con un discurso diverso en cuanto a su "temática" y fresco y emocional en la expresión.
3.- En el mismo sentido que el punto anterior y por un criterio de oportunidad, deben adelantarse las primarias a la Presidencia del Gobierno del Estado, sin perjuicio de los procesos de convergencia que se puedan producir en este ámbito, con el objeto de dotar de una legitimidad renovada a la imagen pública de Izquierda Unida
4.- Marcar la diferencia, frente a quienes incumplen los programas y frente a quienes no los concretan para contentar a todo el mundo con un compromiso ético sobre la redacción de los programas electorales que incluya seis compromisos concretos:
1.- una distinción clara entre los deseos y las promesas concretas
2.- una distinción clara entre las promesas a largo plazo y las promesas cumplibles en los siguientes cuatro años
3.- una distinción clara entre los compromisos que es posible satisfacer sólo desde la institución de que se trate y los que necesitan del concurso de otras instituciones
4.- la cuantificación y concreción de los compromisos o, caso contrario, una explicación de su indefinición
5.- Caso de gobernar, una distinción clara entre los compromisos que son innegociables y los que no
6.- En el caso de las votaciones de investidura, idéntica claridad en el programa sobre aquellos compromisos a los que se condicionaría dicha investidura
Este compromiso ético no sólo es importante de cara a la ciudadanía, también va a ser útil para la racionalización y cohesión de nuestra propia actuación política posterior a las elecciones
II.-La convergencia social y política
El mandato de la IX Asamblea de IU (la refundación) y el de la X Asamblea ( la construcción de Un Bloque Social y Político) han tenido una gestión pacata y claramente insuficiente.
Ha sido un error grave que hemos cometido por un exceso de confianza en nuestras crecientes expectativas electorales y que hay que corregir.
La divisa ha de ser darle el máximo impulso al siguiente mandato de la X Asamblea:
"Ya no se trata tan sólo de recomponer el espacio de la izquierda alternativa sino de construir un proyecto de mayorías , un gran frente social y político que además de resistir a las políticasde austeridad , desarrolle un nuevo proyecto para el conjunto del Estado y un movimiento popular de amplia base para llevarlo a cabo"
Afortunadamente, las experiencias municipales que toman como referencia original a "Guanyem Barcelona" se están extendiendo por todo el Estado de forma viral y constituyen un empujefundamental del proceso de convergencia que pretendemos impulsar.
El avance de IU en este ámbito debe obedecer, en la medida de lo posible, a los siguientes criterios:
1.- Debemos lanzar un mensaje claro sobre la importancia de las próximas citas electorales. Si las europeas fueron el primer round, en diciembre de 2015 el combate ya habrá terminado y el resultado final determinará nuestro futuro durante largo tiempo
2.- Debemos hacer comprender que estas citas electorales forman un todo inseparable: las municipales y autonómicas serán decisivas para las generales y las generales serán las más decisivaspara las condiciones de vida de la gente. Dicho de otra manera: los proyectos estrictamente municipales o incluso autonómicos pueden resultar muy frustrantes porque, desde estos ámbitos, sepueden paliar pero no se pueden solucionar los problemas más sangrantes que sufre la ciudadanía (paro , pensiones, salud, educación, vivienda, lucha contra la exclusión, derechos sociales ylaborales, etc.)
Dicho en otras palabras, los procesos de convergencia municipal deben intentar extenderse a las autonómicas y, más adelante, con las adaptaciones necesarias, a las eleccionesgenerales
3.- Sin renunciar a explicar lo que se señala en el punto anterior, debemos ser conscientes de que la unidad popular se debe construir de acuerdo con los siguientes criterios:
a) con un programa claro de enfrentamiento con las políticas neoliberales, de profundización democràrica, lucha contra la corrupción, creación de empleo, protección medioambiental y avance en los derechos sociales y laborales
b) de una manera autónoma y modular: la participación de una persona, colectivo o partido en el proyecto unitario de un determinado ámbito institucional no debe implicar su participación en el resto de instituciones
c) dando protagonismo al activismo social y la sociedad civil. Los procesos de convergencia para la construcción de la unidad popular no pueden salir de un acuerdo entre partidos (método clásico, que choca con el deseo de protagonismo que tiene la ciudadanía y que, además, sería menos eficaz o incluso entorpecedor para obtener los efectos pretendidos)
d) integrando los partidos y colectivos que deseen participar (siguiendo el modelo, por ejemplo, de Guanyem Barcelona): tan inconveniente sería que el protagonismo no fuera del activismo social como prescindir del capital político, electoral y jurídico de los partidos que quieran participar
e) Funcionando de manera estrictamente asamblearia y sobre la base de una persona / un voto, tanto en cuanto a la redacción de los programas como en cuanto a la confección de las candidaturasy la gestión llevada a cabo por los representantes electos
g) Garantizando la estabilidad del proyecto y evitando la frustración de los electores. En este sentido, es esencial hacer programas electorales serios y que sean un verdadero contrato electoral con los electores, que prevean los distintos escenarios y adopten una actitud honesta hacia el electorado
III.- El funcionamiento interno
La Presidencia de IU de dia 7 de junio aprobó cosas tan interesantes como éstas:
"Está en nuestra mejor tradición el saber hacer autocrítica... Algunos de nuestros métodos deben cambiar, de abajo a arriba y también de arriba abajo… IU ha podido ser percibida con un programadistinto y un proyecto alternativo al bipartidismo, pero en otros aspectos con un funcionamiento muy convencional, espeso, disgregado y, en ocasiones, poco ágil para la lucha social…Creemos en la necesidad de un giro hacia la “calle” y una mayor redefinición general de las relaciones con la ciudadanía, profundizar en la participación y una democracia de mayor calidad en lo interno, así como una renovación profunda de formas y métodos de relacionarnos entre nosotros mismos y con la gente"
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